viernes, 4 de diciembre de 2009

Algunas ideas sobre la posible reforma fiscal

Sin duda que nuestro país ha sido afectado enormemente por la crisis económica mundial tanto en flujos de remesas, decrecimiento de la economía en un -2.5%, desempleo, etc. No es de extrañarse que el consumo haya disminuido y con ello la recaudación de impuestos en detrimento de las arcas del Estado.

Este tema me ha llamado mucho la atención, debido a la importancia de la adopción o no de la reforma fiscal que está en plena discusión en nuestro país. En estos días me han surgido varias interrogantes: es adecuada una reforma fiscal en estos momentos de crisis económica? a quiénes favorece y a quienes afecta negativamente? cuáles son los propósitos de esta reforma fiscal?

También me llamó la atención una entrevista realizada al director general de Deloitte LATCO, Carlos Haehnel, por una prestigiosa revista sobre economía regional, en la cual se aborda el tema de la crisis en la recaudación tributaria, la cual se puede relacionar con elementos de la reforma fiscal, como son los impuestos.

En una de las primeras ideas se debate sobre cual es el porcentaje aceptable de carga impositiva para recaudar y que las personas paguen. Al respecto se menciona que lo más importante no es hablar de qué impuestos deben estar presentes, sino de "la eficiencia en su recaudación".

Me quiero detener en la eficiencia. Por eficiencia en la recaudación debemos entender la "capacidad efectiva de los Estados para hacer efectiva la recolección de esos recursos". Ahora lanzo la pregunta: tendremos esa capacidad de recaudar? que es lo que debemos hacer para lograrla? Paralelamente al tema de la eficacia en la recaudación surgen sombras como la evasión, la corrupción y la elusión, elementos destructivos tan presentes en nuestros países.

La idea central de la entrevista es que, sin duda, los Estados latinoamericanos están viviendo crisis en sus recaudaciones, sin embargo, la creación de impuestos, sean los que sean (porque terminan afectando al más pobre al aumentar los precios, el desempleo) y ante la imposibilidad de crear un impuesto que sea justo y que no castige tanto, considero que NO ES la medida más adecuada y, a mi juicio, mucho menos en esta coyuntura de crisis económica global.

No estoy muy de acuerdo con más impuestos, al menos no sino sé con certeza como se van a distribuir entre los más vulnerables. No estaré de acuerdo si no conozco para que servirán y si no se garantiza la efectividad de la que hablaba el Sr. Haehnel.

De qué sirve aumentar los impuestos si no se pueden recoger los actuales?

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